Silicon Valley ha sabido rehabilitar el fracaso como parte del éxito. Quien no se equivoca nunca es porque tampoco arriesga nunca, pero tampoco progresa.
Silicon Valley no hace más que imitar la evolución de las especies, que, como demostró Darwin, prueban suerte al mutar su genética al azar: si la mutación es un fracaso -las mas de las veces-, la abandonan, y si es un éxito -las menos-, la incorporan a su herencia genética.
Del mismo modo, el método científico, definido por Popper, es, en esencia, prueba-error-prueba-acierto.
Pero nuestra cultura aún penaliza más el riesgo tentativo del emprendedor que la comodidad aborregada de quien nunca arriesga y por tanto nunca se equivoca.
Tom Byers, formador de emprendedores en la Universidad de Stanford.