Emirates, el mayor operador del avión gigante de Airbus con
21 aparatos, ha estimado que perderá unos 90 millones de dólares (68 millones
de euros) a causa de las grietas detectadas en las alas. Su presidente, Tim
Clark, afirmó el viernes a Finantial Times que lamentaba el trastorno que
provocará en la cuenta de resultados, por lo que ha formalizado una exigencia
de compensación económica ante el fabricante, Airbus.
Desde que en enero se encontraron las primeras grietas en
aviones de Qantas, el constructor anunció que sometería a revisión todos los
A-380 en servicio por un problema detectado en los amarres del ala que produjo
grietas de unos dos centímetros.
El requerimiento de revisión fue concretado en una circular
de la autoridad europea de seguridad aeronáutica EASA para las 68 aeronaves en
servicio y para otros 30 que se encuentran en fase de montaje.
La primera compañía que lo incorporó a su flota, en 2007,
fue Singapore Airlines, que hoy opera 16 A-380, de los que 10 han pasado
revisión. Fuentes de la aerolínea dijeron a CincoDías que Airbus se hace cargo
del coste de las reparaciones y que cualquier asunto sobre posibles
indemnizaciones se substanciará entre las partes.
Fuentes de Emirates dijeron que las revisiones de los A-380
de su flota ya han comenzado. Duran entre una y tres semanas y son llevadas a cabo
por técnicos de la aerolínea y del fabricante. En algunas rutas y en el tiempo
que dura la revisión, los superjumbos son sustituidos por B-777.
Lufthansa ha explicado que sus ocho unidades de A-380
requieren una revisión especial cuando se hayan cumplido 1.300 ciclos de
despegue y aterrizaje. Sus aviones aún no han alcanzado este límite. Sin
embargo "y por supuesto, Lufthansa lleva a cabo revisiones regulares y en
profundidad de sus aviones A-380".
Solo un superavión de los seis de Air France está bajo inspección.
Airbus ha pedido a la aerolínea revisiones estructurales adicionales con el fin
de confirmar las hipótesis del origen de las grietas.
El fabricante incluye una provisión de 105 millones
EADS, la matriz de Airbus, ha incluido una provisión de 105
millones de euros en sus cuentas para hacer frente a los costes de reparación
de los A-380, según explicaron sus máximos directivos en París el pasado
jueves.
Esta cantidad, que se carga dentro de las garantías
habituales previstas en los contratos de venta del superavión, solo tiene en
cuenta los aviones ya entregados que habrá que arreglar. El impacto económico
del resto de cambios que tendrá que poner en marcha Airbus todavía no se ha
calculado.
Las grietas se han detectado en "un puñado" de
abrazaderas de las cerca de 2.000 que hay en cada una de las alas del A-380. El
problema se genera por la aleación de la que están hechas las piezas; por un
proceso de montaje inadeacuado, y por deficiencias en el sistema de producción.
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