Expansión
La idea nació en un momento de aburrimiento esperando el despegue en el interior de un avión: ¿cómo convertir las neutras bandejas de los asientos en un soporte publicitario permanente?
Entre este planteamiento y su materialización habrán transcurrido cuatro años. La empresa de desarrollo de publicidad en el sector aeronáutico Luxe Media ha firmado un acuerdo con Spanair para insertar publicidad en sus bandejas.
Los primeros vuelos saldrán en junio, en un momento en el que las aerolíneas buscan ingresos adicionales por la escalada del precio del combustible y la guerra de precios con los competidores. Hasta ahora, algunas empresas habían puesto publicidad en las bandejas con pegatinas. “Nosotros vamos más allá. Somos la primera empresa que cumplimos las homologaciones de la Far y de la Easa, que son muy rigurosas”, explica Eduardo Ferrer Puig, el socio catalán de Luxe Media; los otros tres accionistas son suizos.
La compañía ha funcionado hasta ahora con autofinanciación y buscará capital exterior para crecer.
Marcas ejemplares
En la práctica, cumplir la normativa implica que el material debe ser ignífugo, que no se manche con el café o el aceite y que sea resistente ante golpes y el peso. “Es una pieza más del avión”, resume Ferrer Puig. En esta modalidad de publicidad, la bandeja se forra con polímero (un plástico desarrollado).
Las novedades que introduce este soporte son varias. Por una parte, está asegurado el impacto publicitario, ya que el anuncio se coloca en las dos caras de la bandeja; en un vuelo de más de 45 minutos, el 80% de los pasajeros despliega la bandeja para comer o leer. Este contacto con la publicidad es prolongado, ya que los trayectos no suelen ser inferiores a una hora.
Las marcas se “asocian a los valores aeronáuticos, positivos, como son tecnología, seguridad, tendencias, diseño...”, apunta Ferrer Puig. El público
objetivo es de clase media (50%)y media-alta (22%). El tipo de empresas con las
que se ultiman acuerdos para insertar publicidad son de automoción(en cada mesa se puede anunciar un modelo diferente), operadoras y empresas de telefonía (ofertas de itinerancia), cosmética, relojes y productos financieros. En general, son firmas que han mantenido la publicidad a pesar del desplome de la inversión del sector como consecuencia de la crisis.
Creatividad
“Aquí entra en juego la creatividad de las agencias, que deben ser capaces de desarrollar un producto que permita al usuario tener una experiencia; por ejemplo, mostrar un reloj con el máximo detalle o buscar la participación del cliente enviando un mensaje de móvil o introduciendo un código en la
web de la empresa”, sostiene el publicitario.
La empresa ofrece a la aerolinea todo el desarrollo íntegro de la publicidad: maqueta, impresión, producción, logística, instalación y desmontaje. Por ejemplo, “alquilar” la publicidad en doce aviones durante un mes cuesta 105.000 euros; en el caso de Spanair es la mitad de la flota, con unas 1.700 mesas.
Las amenazas que afronta este soporte son dos. La primera es la publicidad en pegatinas. “Los anunciantes no las usan porque se pueden arrancar, manchan la mesa”, indica Ferrer Puig. La segunda, las pantallas de televisión de plasma,
que añaden peso al avión y necesitan de una gestión de los contenidos, que encarecen la publicidad