La creación
de Express, la filial de corto y medio radio de Iberia, ha trastocado el
panorama aéreo español mucho más allá de lo que habían previsto sus promotores.
Además de los movimientos de protesta que se han generalizado entre todos los
colectivos sociales de la matriz, ahora las olas de la nueva low cost provocan
una sensible marejada en otras dos aerolíneas españolas.
La recluta de pilotos lanzada hace una semana por Express ha
recolectado más de 1.600 currículos. Entre los aspirantes al puesto de
comandante se ha recibido un elevado número de solicitudes desde la participada
de Iberia, Vueling, y desde la competidora catalana Spanair.
Aunque ninguna de las implicadas ha querido confirmar cifras,
este diario ha averiguado de fuentes bien informadas que uno de cada cinco
pilotos de Vueling (sobre una plantilla superior a 500 profesionales) podrían
haber solicitado una plaza en Express.
La razón principal de este significativo interés por cambiar de
compañía aérea, en el caso de Vueling, se debe a que una buena parte de los
pilotos que aspiran al traslado son originarios de Madrid o tienen residencia
en esta ciudad. Los avatares de la fusión de Vueling con Clickair y los
servicios que la participada catalana de Iberia ha realizado en el pasado para
abastecer de tráfico al hub en el aeropuerto de Madrid-Barajas, han provocado
que buena parte de los pilotos hayan tenido que alternar su base en Madrid con
la base de Barcelona.
Ante la posibilidad de establecerse definitivamente en Madrid,
los pilotos madrileños de Vueling han decidido apostar por el salto a Express.
Fuentes de Vueling dijeron que "somos conscientes de que existen algunas
solicitudes en la plantilla para entrar en Express, pero en ningún caso en
número significativo". La propia Vueling tiene abierta su propia recluta
de pilotos cadete para cubrir la temporada del próximo verano y la entrada de
cinco nuevos aviones en su flota.
El porcentaje de pilotos de Spanair que pueden haber presentado
su solicitud en la recluta de Express es similar al de los procedentes del
Vueling, aunque su número resulta menor. La razón es que la plantilla de
tripulantes técnicos de la aerolínea controlada por capital institucional de la
Generalitat catalana es menor: alrededor de 400 profesionales.
El principal motivo por el que los pilotos de Spanair han
solicitado plaza en Express en un número tan importante es distinto. Ayer mismo
concluía uno de los plazos con los que se ha especulado para que se concretara
la entrada de Qatar Airways en el capital de la empresa catalana, sin que la
operación se haya confirmado.
La precaria situación por la que atraviesa desde hace varios
años la aerolínea, con pérdidas reiteradas y necesidades de recapitalización
permanentes, se ha convertido en un poderoso acicate para que sus pilotos
intenten aprovechar la ocasión de recalar en proyectos empresariales que
resulten más seguros. Fuentes de Spanair dijeron que optar a la entrada en
Express es un asunto "totalmente particular".
Por otra parte, fuentes solventes dijeron que, entre las
solicitudes presentadas a Express, se han registrado varias de copilotos de
Iberia. Estos profesionales intentan una operación por la que, primero,
participarán en la selección para comandantes de Express. Si son admitidos,
iniciarían una negociación con la dirección de personal de Iberia para
acogerse, aunque fuera de manera parcial, al ERE general abierto desde 2001 en
la compañía que preside Antonio Vázquez.
Una de las principales preocupaciones de los copilotos de la
matriz de Iberia es la dificultad para soltarse como comandantes por el
estancamiento en el escalafón. La compañía no contrata tripulantes desde 2004 y
su crecimiento es negativo.
El éxito de la recluta de Express ha sorprendido a fuentes
expertas en formación de pilotos, toda vez que las condiciones (aun
provisionales) económicas de la oferta son inferiores a las de Vueling y
significativamente más bajas que las de Spanair. El atractivo de la marca
Iberia, aunque sea en un segundo escalón, parece mantener todo su tirón.
Iberia pide un plazo de una semana
La dirección de personal de Iberia mantuvo ayer un encuentro con
los sindicatos representantes de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP),
Sitcpla, Stavla, CTA, UGT y CC OO, continuación de la mantenida el martes con
las centrales UGT y CC OO en representación del personal de tierra. El
objetivo, informar sobre la situación en la que quedarán los 20.000
trabajadores de ambos colectivos tras la creación de Iberia Express.
Los sindicatos convocados han asegurado que la dirección de la
empresa les ha pedido un "tiempo de reflexión, pero sin clarificar sus
posiciones definitivas" en cuanto a la petición de extensión de las
garantías de empleo hasta el ejercicio de 2015. La amenaza de movilizaciones de
los trabajadores de tierra y de los TCP quedan, por ahora, en suspenso.
Por su parte, los pilotos y la dirección de Iberia siguen con su
pulso de ofertas mutuas rechazadas y reproches reiterados.
El presidente del sindicato Sepla-Iberia, Justo Peral, anunció
ayer nuevos paros si no se llega a un acuerdo inmediato sobre Express. No
precisó la fecha de las nuevas protestas, pero fuentes de los pilotos dijeron
que intentarán que coincidan con los movimientos que puedan realizar otros
colectivos de la empresa.
La dirección de Iberia contestó a las declaraciones del Sepla
defendiendo de nuevo la legalidad de Express. En un comunicado afirmó que el
proyecto de low cost es "necesario para garantizar el futuro de la
compañía".
Afirma también que las nuevas huelgas de los pilotos serán muy
perjudiciales para el conjunto de Iberia y sus clientes, pero dice que sería
"mucho más grave" e irresponsable no adoptar las medidas necesarias
para hacer de Iberia una empresa rentable.
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