El avión de pasajeros más grande del mundo llegó a Miami el viernes. El Airbus A380, una ballena de dos pisos con espacio para 526 pasajeros, aterrizó a las 1:39 p.m., un minuto antes de lo planeado.
El nuevo avión del vuelo diario ya existente de Lufthansa entre Miami y Frankfurt fue recibido con bombo y platillo. Dos aviones históricos aterrizaron adelantados. Cañones de agua dispararon chorros de bienvenida. Cientos de espectadores se reunieron dentro de las terminales, en un restaurante cercano y a lo largo de las vías para verlo.
“Esto”, declaró el director de Aviación de Miami-Dade José Abreu, “es algo muy grande para nosotros”.
La llegada del avión de pasajeros más grande del mundo sitúa a Miami en un pequeño club de aeropuertos estadounidenses que reciben servicios regulares del mismo. Este y otros recientes vuelos internacionales siguen cementando la reputación de Miami como una puerta de entrada a EEUU y un importante centro de comunicación con América Latina y el Caribe. Los aeropuertos internacionales de Los Angeles, JFK, en New York, San Francisco y Washington Dulles reciben vuelos regulares del A380.
El avión, que entró en servicio en el 2007, se usa generalmente para vuelos largos a Asia, Australia, Europa y Africa. En estos momentos hay 49 operando.
“Ellos podían escoger literalmente cualquier punto del planeta, y escogieron traer su avión aquí”, dijo Stuart Klaskin, directivo de Jetstream Aviation Capital, radicada en Coconut Grove . “Es muy importante desde el punto de vista simbólico”.
Jens Bischof, miembro de la junta directiva de Lufthansa que supervisa ventas y manejo de ingresos, dijo: “Nosotros no tuvimos que pensarlo dos veces”.
Alemania es el principal mercado turístico de Miami en Europa, enviando 332,142 visitantes el año pasado que gastaron aproximadamente $721.4 millones. Ejecutivos de Lufthansa dijeron que la aerolínea ha visto un aumento promedio de pasajeros a Miami de 12 a 16 por ciento durante los últimos cuatro años, a pesar de la crisis económica. Anteriormente, el vuelo era realizado por un 747 que cargaba 322 pasajeros.
“El mercado está en su punto en este momento”, afirmó Ashutosh Kaul, gerente de estación de Lufthansa en el MIA. “La demanda está ahí”.
El MIA ha estado trabajando con la Administración Federal de Aviación (FAA) para prepararse para el avión durante por lo menos cuatro años, dijo Abreu. A un costo de alrededor de $4 millones, el aeropuerto añadió marcas al pavimento, modificó dos puentes de carga existentes y trajo un tercero.
El aeropuerto está hablando además con Air France y British Airways para traer a Miami sus propios aviones supergrandes.
La adición del A380 de Lufthansa subraya la importancia creciente de Miami como destino internacional. En los últimos meses, varias aerolíneas europeas han añadido vuelos sin escalas, algunas de ellas por primera vez.
Servicio directo dos veces por semana de Moscú y Berlín comenzó a fines del año pasado, y esta primavera comenzó un nuevo servicio de Amsterdam y Barcelona. Un segundo vuelo directo a Amsterdam comienza a fines de este mes, en Arkefly.
A principios de esta semana, comenzó el servicio directo desde Lisboa de la aerolínea de Portugal TAP. El embajador de Portugal en EEUU dijo esta semana en una entrevista realizada en Miami que su país, abrumado por las deudas, tiene la esperanza de que su nuevo servicio a Miami ayude a fomentar lazos de negocios y turismo entre ambos destinos.
“Lo que tenemos que hacer es forjar mejores vínculos con el mundo exterior”, dijo el embajador Nuno Brito. Tuvo sentido que Miami, con sus conexiones con florecientes países de América Latina fuera uno de esos vínculos.
La adición de un avión famoso como el Airbus A380 brinda a los viajeros de negocios más razones para cruzar el Atlántico desde Miami, dijo Tom Parsons, director ejecutivo del website de descuentos para pasajes de avión bestfares.com.
“Este es el nuevo juguete en el cielo”, dijo. “Los viajeros de negocios van a hacer todo lo que puedan por subirse a este avión. Pagarán lo que sea”.
De hecho, los vuelos no son nada baratos, especialmente en las secciones de negocios y de primera clase. Los asientos de clase turista en un vuelo de ida y vuelta en julio cuestan $1,687. Eso aumenta a $6,700 para clase de negocios y casi $18,000 para primera clase.
En comparación con otros aviones para vuelos largos, el ancho del asiento y la distancia entre asientos en clase de negocios y turista son bastante promedio, según el website de viajes SeatGuru.com. Los asientos de clase turista tienen 31 pulgadas de distancia entre asientos y 17 pulgadas de ancho; en clase de negocios, la distancia entre asientos es de 57-60 pulgadas y el ancho del asiento es 19.6 pulgadas. Primera clase está entre las más generosas, con 90-92 pulgadas de distancia entre asientos y 31.5 pulgadas de ancho.
Lufthansa indicó que los asientos de clase turista tienen un diseño ergonómico especial y dan a los pasajeros dos pulgadas más de espacio personal, lo cual hace la experiencia de clase turista más cómoda.
El piso superior del avión, al que se llega por una escalera de caracol, tiene 98 asientos de clase de negocios que se convierten en camas y ocho asientos de primera clase. Cada uno de los asientos de primera viene con control de humedad para reducir el jetlag, algo nuevo para Lufthansa; closets individuales y toques de distinción tales como una rosa roja en un florero.
Con 420 asientos de clase turista, el espacio es bastante apretado de todos modos. Pero cada asiento cuenta con un centro de entretenimiento con películas, programas de televisión, radio y juegos para niños.
Esto resultó especial para Melissa Hock y su hermano Kevin, de 14 y 13 años respectivamente, quienes tomaron el vuelo de 10 horas para visitar a su padre en Miami.
“Yo no sabía que era así de grande”, afirmó Melissa.
Klaus y Siggi Reinhart fueron recibidos el viernes por un enjambre de reporteros en el MIA y les mostraron su jarro conmemorativo Frankfurt-Miami A380.
“Fue excelente”, declaró Klaus Reinhart. “No es tan ruidoso como otros aviones”.
El jefe de turismo de Miami-Dade, William Talbert III, también tomó el vuelo el viernes, su primer viaje en un A380.
“No se siente tan grande”, comentó. “Es increíblemente silencioso. Es increíblemente suave”.
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