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Panorama de cambios para Abertis. La compañía que preside Salvador Alemany, en proceso de culminar el proceso de segregación de Saba —no cotizada que se quedará con el negocio de aparcamientos y parques logísticos—, vislumbra ya la gran oportunidad que supone el proceso de privatización de los aeropuertos de Madrid y Barcelona. Antes de la junta de accionistas de Abertis —sociedad matriz que retendrá el negocio de autopistas, telecomunicaciones y aeropuertos—, Alemany confirmó que acudirán a dicho proceso de la mano de un socio financiero, un aliado que, sin descartar otras opciones que la compañía asegura tener sobre la mesa, podría ser el banco de negocios norteamericano Goldman Sachs.
Precisamente, horas antes de celebrarse la junta se hizo pública la concesión a Abertis, asociada con Goldman Sachs, de dos de las principales autopistas de Puerto Rico por un 1.436 millones de dólares. La importante concesión, que pretende ser también la tarjeta de presentación de Abertis de cara a una mayor penetración en el todavía por desarrollar mercado norteamericano, abre también una etapa de colaboración con el banco de negocios que podría completarse en el sugerente proceso de privatización aeroportuaria en España. Alemany, pese a reconocer la «cercanía» de Abertis al aeropuerto de Barcelona, advirtió que no puede darse por descontada la adjudicacación de Barajas y El Prat a nadie, y que a la misma pueden acudir también grupos internacionales.
Además de aprobarse la segregación de Saba, la junta de Abertis acordó el reparto de un dividendo récord de 1,67 euros por acción. De esta cantidad, 0,67 euros corresponden al dividendo opcional al que los accionistas tienen derecho por cada título si optan por no quedarse con otro de la nueva Saba Infraestructuras.
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