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Cuando hace cinco años, Continental Airlines abrió su ruta entre Barcelona y Nueva York, muchos pusieron en duda su estrategia. Hoy, explica Charles M. Duncan, vicepresidente para Europa y Oriente Medio, “es una de las rutas con factor de ocupación más alto entre nuestros destinos europeos, sobre todo durante los meses de verano”. Tras la fusión con Continental, United Airlines es la mayor aerolínea del mundo, con 144 millones de pasajeros, una facturación estimada de 22.000 millones de euros y rutas a 370 destinos en 59 países.
¿Estudian abrir nuevas rutas desde Barcelona o incrementar la capacidad?
El vuelo a Nueva York funciona muy bien, en parte gracias a que desde Newark nuestros pasajeros pueden conectar con un gran número de destinos diferentes en Estados Unidos. Por eso, la opción que estudiamos para Barcelona es poner un avión más grande, pero será inmediatamente.
United, IAG, el grupo Lufthansa o Ryanair e EasyJet. ¿En el mundo de las grandes alianzas y del low cost, hay espacio para compañías de tamaño medio como Spanair?
En los últimos años la industria se ha reordenado. United es la aerolínea más grande del mundo y podemos llevarte a Tokio y a Barcelona, pero no a Eivissa, a Marruecos o a Venecia; para llegar a estos destinos necesitaremos socios regionales especializados. El sector aéreo quedará entre las cuatro o cinco grandes, las low cost y las aerolíneas regionales especializadas para hacer las conexiones para las grandes.
Entonces, necesitan socios como Spanair.
Son imprescindibles, porque las compañías low cost están enfocadas a otro negocio; no podemos trabajar con ellas porque no operan en conexión. Nosotros vendemos el billete por todo el trayecto y tenemos que cuidar a nuestros viajeros hasta que llegan a su destino. Y eso sólo podemos hacerlo con compañías que operan en conexión, con las que trabajamos en código compartido. Para eso necesitamos vender billetes en código compartido y trabajar juntos. Lo importante para nosotros es la red y las conexiones.
¿Es rentable el sector?
No tiene sentido que cada país tenga una aerolínea, la industria necesita compañías potentes.
¿Por qué Luxemburgo o Bélgica necesita una aerolínea?
Los gobiernos ya se han cansado de invertir en aerolíneas porque había demasiadas y todos perdíamos dinero. En los últimos diez años, Continental sólo ganó dinero en tres y eso es insostenible. Sólo si las grandes compañías son rentables funciona porque las pequeñas son nuestros proveedores.
¿Qué opciones tiene Barcelona para convertirse en un eje aéreo de conexión entre Asia y Latinoamérica?
Creo que es posible si el Gobierno trabaja en un plan conjunto con Spanair y el resto de aerolíneas. Pero el panorama está muy cubierto, con lo que Barcelona tiene pocas opciones de competir con los grandes hubs de Heathrow, París o Frankfurt. En un segundo nivel están Madrid, Amsterdam, Copenhague y Zurich, más pequeños pero con mucho tráfico de conexiones. Barcelona tiene que crear su propio modelo, pensar qué producto puede ofrecer, porque nunca competirá con esos siete aeropuertos.
Barcelona no es París.
No, Barcelona no puede ser París o Frankfurt. Necesitaría 20 años para ser algo parecido a París. Dubái ha construido un hub intercontinental muy potente porque ha invertido muchísimo dinero y porque no había nada antes. Debería inspirarse en Copenhague, por ejemplo, que conecta pasajeros de todos los países del norte de Europa.
¿Alguna sugerencia?
Las opciones de Barcelona podrían pasar por el norte de África y por ofrecer muy buenos servicios de conexión para las grandes aerolíneas. Por ejemplo, si quiero volar desde Nueva York a Eivissa, tengo que pensar a qué hora salgo de Nueva York y a qué hora llego a Eivissa. Pongamos tres opciones: Madrid, Lisboa o Barcelona. Si El Prat ofrece la conexión más eficaz, se lleva la ruta.
Las aerolíneas necesitan complicidad de las autoridades.
Por supuesto, a todos los niveles. En Europa hoy tienen un gran problema porque el espacio aéreo es un desastre. Cada país tiene diferentes rutas y coordenadas; sobrevolar Europa es un caos. Es muy ineficiente porque gastamos más combustible, es más caro y tardamos más. Volar en Europa es muy caro para nosotros; ahí Barcelona tiene una ventaja, porque al estar al sur no hay que sobrevolar otros países. No tenemos problemas en la ruta de Barcelona a Nueva York.
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