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Antonio Ruiz del Árbol
La
dirección de Iberia mantiene en los últimos días reuniones con los principales
sindicatos con representación en su plantilla para anunciar una nueva
estrategia que implica significativos recortes en su operación intercontinental
para los próximos meses.
La
falta de eficiencia por su elevado consumo en los aviones de la flota de largo
radio y el recrudecimiento de la crisis son los argumentos que se han
trasladado a las centrales como justificación de una reducción ya programada de
dos aviones Airbus 340 en próximos meses de noviembre y febrero y de un tercero
para junio.
La
flota de largo radio de Iberia está compuesta en la actualidad por 36 aeronaves
del modelo 340 de Airbus, con lo que la medida supondrá un recorte del 8% en su
capacidad. Los nuevos aviones A 330 no comenzarán a llegar hasta finales de
2012.
Fuentes
oficiales de Iberia explicaron que en un primer momento las rutas que se
eliminarán como consecuencia de este ajuste serán los vuelos directos entre
Madrid y los destinos brasileños en Fortaleza y Recife que se había inaugurado
hace poco más de un año. A partir de ahora estos dos destinos se ofrecerán como
una extensión de la ruta a São Paulo, usando vuelos en código compartido con la
aerolínea carioca Gol.
La
compañía no confirmó la eliminación del tercer aparato, aunque reconoció que
"está en estudio", igual que la suspensión de "algunas
frecuencias" en las rutas de Córdoba en Argentina y de Johanesburgo en
Sudáfrica. El portavoz de Iberia señaló que la decisión de reducir la flota de
corto radio se ha tomado coincidiendo con la finalización de los contratos de
alquiler de los dos aviones mencionados.
Reacción
El
anuncio del recorte en la flota y en los vuelos de largo radio ha caído como un
vaso de agua fría entre los distintos colectivos de Iberia. Las diferentes
fuentes sindicales consultadas han preferido en esta ocasión no aparecer
citadas, pero todas han mostrado "sorpresa y preocupación por la
iniciativa". A la plantilla le cuesta digerir el escenario que se ha
instalado en los últimos nueve meses desde la fusión con British en IAG.
Durante
este tiempo, el socio británico ha disparado su crecimiento: un 11% en pasajero
por kilómetro transportado, un 10,7% en oferta de asientos y un 5,3% en carga,
según las cifras acumuladas entre enero y agosto, ofrecidas por IAG.
Iberia,
por su parte, ha mantenido el nivel de negocio anterior a la fusión con un
crecimiento del 1,2% en la demanda y del 2,7% en oferta de asientos. La única
excepción es el transporte de carga con un crecimiento del 7,3%.
El
fundamento del despegue de British Airways desde la fusión, según los datos que
ofrece el holding IAG, es el fuerte crecimiento en la demanda de pasajeros de
negocios especialmente en los vuelos del Atlántico Norte entre Estados Unidos y
el Reino Unido. En términos absolutos, el pasaje de IAG creció el 13% en esta
ruta.
Los
moderados incrementos de oferta y de pasaje adjudicados a Iberia se han
conseguido con cifras muy contradictorias. Por un lado, el número de pasajeros
domésticos se vio reducido en un 11,2% mientras que, por otro, la cifra de
viajeros a destinos en Latinoamérica creció el 12,8%. En ambos casos los datos
responden al tráfico de IAG, pero que en más de un 70% es aportado por Iberia.
En
este escenario, el anuncio de que la actividad de largo radio de la compañía
española comenzará sufrir los ajustes de capacidad a los que ya se viene
sometiendo desde hace muchos meses a sus vuelos en tráfico doméstico, provoca
desazón en la plantilla por las incógnitas que se ciernen sobre el futuro de la
marca.
Espero que aixó no afecti a les rutes BCN-MIAMI i BCN-SAO PAULO .
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