El alcalde de Londres, Boris Johnson, ha pedido este lunes "un nuevo aeropuerto internacional en el sureste de Inglaterra", para evitar "un periodo de estancamiento económico" en Reino Unido.
El Gobierno británico se ha mostrado reticente a la expansión de los aeropuertos londinenses, pero Johnson está presionando para que se cree uno nuevo en el estuario del Támesis, el cual cuenta con la oposición de los grupos medioambientales.
"No hay duda de que no hacer nada conducirá a un estancamiento económico", apuntó el político conservador, para pedir al Gobierno que se comprometa a un plan "serio" de desarrollo.
El plan costaría, según los calculos del regidor, entre 40 y 50 millones de libras (entre 46,3 y 57,9 millones de euros) y tiene como objetivo "aumentar la capacidad de vuelo existente sin necesidad de expandir el aeropuerto de Heathrow --el mayor de Londres--.
Además, añadió que Heathrow está funcionando al "98% de su capacidad" y no tiene posibilidad de añadir rutas a mercados en crecimiento en mercados como Asia.
"A medida que cambia la economía mundial y el poder se desplaza hacia el Este, las constricciones del aeropuerto central de Londres, Heathrow, se están haciendo cada vez más evidentes y perjudiciales", analizó el regidor, para añadir que en los próximos 15 años habrá 75 millones de familias chinas que entren a formar parte de la clase media, un mercado "fenomenal".
El premier británico, David Cameron, no ha cerrado la puerta a la creación de un nuevo 'hub' en la isla. "Hicimos una promesa de no construir una tercera pista en Heathrow, pero tenemos que analizar como estar mejor conectados", admitió.
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