Agustín Cordón
(Valencia, 1963), director general de Fira de Barcelona, cree que las ferias y
los congresos no han pasado de moda, a pesar de que la institución que dirige
data de 1933. En crisis, defiende, los "buenos salones
especializados" tienen más sentido que nunca. En 2010 Fira de Barcelona,
que dispone del recinto ferial más grande de Europa, facturó 100,9 millones de
euros. Todavía no han cerrado este curso, pero Cordón está convencido de que
cumplirán los objetivos que se habían marcado: facturar 111 millones. Cree que
han logrado mantener unos buenos resultados porque pusieron en marcha a tiempo
muchos cambios: apostaron por internacionalizarse exportando ferias y servicios
(organizarán dos salones en China en 2012) y buscaron socios con los que colaborar
en el extranjero.
Pregunta. Muchos de los eventos de este año han sido más reducidos.
¿El modelo de ferias y congresos está agotado?
Respuesta. El instrumento ferial es más válido que nunca. Porque
los negocios hoy en día hay que hacerlos cara a cara y conociendo bien el
producto. Es un escenario con mucha competencia y un cliente muy exigente que
quiere lo mejor. Un salón especializado como los de Fira de Barcelona es la
mejor manera de encontrar un producto y un cliente, abrir mercados, encontrar
distribuidores o socios... En esta coyuntura, las buenas ferias demuestran su
capacidad de generar actividad económica.
P. ¿Entonces por qué se han reducido muchas ferias?
R. Las empresas tienen menos presupuesto. Los medios de los
que disponen los departamentos demarketing se han reducido, porque
las empresas hacen esfuerzos en sus cuentas de resultados. Es cierto que
algunas compañías optan por representaciones más reducidas, pero siguen
confiando en la feria. Es un instrumento que tiene una gran correlación con el
sector sobre el que trata. Es evidente que en el mercado español no se venden
ahora más barcos que hace siete años. Lo sabemos nosotros, los fabricantes y
todo el sector. Es evidente que el salón náutico este año ha sido más pequeño.
Pero cuidado: es el único que hay en España, por lo que si los distribuidores y
fabricantes querían hacer negocios, sabían que era el lugar donde debían estar.
Además, hay que diferenciar Europa de otros mercados: en países como China,
India, Taiwán o Vietnam tienen crecimientos muy relevantes y son lugares donde
estos instrumentos funcionan muy bien.
P. Pero su principal mercado está en España. ¿Qué han hecho para contrarrestar
la reducción de ciertos eventos?
R. En 2009 iniciamos una estrategia para adecuarnos a una
coyuntura más complicada. No nos equivocamos. Apostamos por la
internacionalización, la buena conexión entre oferta y demanda... No solo se
trata de reunir a un sector, sino de gestionar un encuentro. Lograr que se haga
negocio. Los salones han dejado de ser escaparates con cierto grado de
superficialidad para ser instrumentos comerciales.
P. ¿Se volverá a lograr los niveles de facturación de 2007?
R. Fira de Barcelona tiene un modelo de gestión empresarial.
Pero nuestro objetivo no es volver a facturar lo mismo. Nuestro objetivo es
dotar de actividad económica a los sectores y las empresas que lo necesitan. La
idea es que el salón sea eficiente, aunque tenga otra dimensión. El sector de
la construcción no necesita más metros de exposición, sino una solución
adecuada al momento que vive.
P. ¿Qué tipo de soluciones?
R. Hay estrategias que pueden beneficiar a las empresas y pueden
beneficiarnos a nosotros. El concepto de diversificación de ingresos y el de
internacionalización no es una estrategia para facturar mucho; es que nuestros
clientes necesitan internacionalización. Si vamos a China, nuestro cliente
tendrá la posibilidad de ir a China. En el caso de diversificación, nos hemos
dado cuenta de que nuestro know-how tiene mucho valor. Tenemos
experiencia haciendo unos excelentes recintos feriales, por ejemplo, y hay
países con los que podemos colaborar. Del mismo modo, podemos comercializar
servicios que hemos desarrollado relacionados con Internet, acreditaciones...
P. ¿Abrirán más mercados?
R. Hemos analizado los mercados de nuestros clientes y hemos
identificado aquellos lugares donde el instrumento ferial tiene más sentido y
es más válido para ayudarles. Nos hemos centrado en China, con Construmat en
Pekín y Hostelco en Shanghái, y en el mercado de Singapur. También analizamos
oportunidades en Latinoamérica, en Brasil, por ejemplo. Cuando vamos a un
mercado hacemos alianzas con operadores de primer nivel. Se trata de que los
clientes se encuentren con la demanda adecuada y ajustada a ellos, seguridad
jurídica para las transacciones, traducciones...
P. ¿La empresa española está preparada para ir a esos países?
R. Hay de todo. Las más grandes saben cómo hacerlo, pero
muchas pymes no.
P. Pero la grande se las puede arreglar fuera por su cuenta.
¿No sería precisamente la pyme el cliente objetivo?
R. Sí, por eso es un reto. Una cosa es exportar y otra
internacionalizarse. Cubrir un pedido que te hagan desde fuera no es difícil.
Lo complicado es conocer el mercado, a sus interlocutores, sus necesidades...
P. Este año se confirmó que Barcelona será la capital mundial del
móvil. ¿Qué papel tendrá la Fira
de Barcelona?
R. La Fira es coorganizadora del congreso
mundial del móvil, junto a GSMA. Tenemos a 35 personas trabajando para este
evento en exclusiva. Este congreso quedará a partir de ahora enmarcado dentro
de la capitalidad del móvil. La propuesta es muy amplia: Barcelona quiere crear
el ecosistema más activo del mundo en la implementación de tecnologías que
mejore la vida de la gente. Nosotros seremos activos para que sea una realidad.
P. ¿El cambio de Gobierno afectará a la organización?
R. Estoy convencido de que no. Cualquier Gobierno sabrá ver lo
importante que es. Es una herramienta de transformación.
P. Fira de Barcelona es una de las instituciones catalanas que ha
invertido en Spanair. Los resultados de la aerolínea siguen siendo negativos.
¿No se arrepienten?
R. Hemos creído siempre que la conectividad de la ciudad es
básica. Esta conectividad pasa por tener vuelos intercontinentales desde
Barcelona y las mejores conexiones con la ciudad. Participamos en Spanair
porque creemos que estamos dotando a la ciudad de un instrumento comercial. Nos
encantaría haber hecho esta inversión en un momento en el que todo creciera a
dos dígitos. Ahora lo más fácil sería no invertir. Pero siempre apoyaremos la
conectividad. Spanair es una opción. Puede haber otras.
P. ¿Impactarán los números rojos de Spanair en las cuentas de
Fira de Barcelona?
R. Es pronto para decirlo, pero de momento tenemos los mecanismos
para que la progresiva ampliación de capital sea digerible para Fira de
Barcelona.
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