Dentro de dos años y medio, el grupo Puig quiere celebrar dos cosas. Por un lado, el centenario de la empresa familiar, fundada en 1914. Por otro, la entrada en el selecto club de las cinco grandes empresas de perfumería selectiva (ahora es séptima), con una cuota del 10% de ventas mundiales. Y ambas cosas quiere celebrarlas en su nueva sede corporativa en L'Hospitalet, un proyecto de Rafael Moneo del que ayer se colocó la primera piedra.
Puig posee una cuota del 7% y tuvo unos ingresos netos de 1.200 millones de euros en el 2010. Una participación del 10% supondría, explicó Marc Puig, presidente del grupo catalán, facturar entre 1.500 y 1.700 millones. El aumento provendrá del crecimiento orgánico, es decir, sin adquisiciones.«Con las marcas que poseemos pensamos que tenemos capacidad para seguir ganando participación de mercado», afirmó. Además de las marcas propias, Puig tiene las licencias de los perfumes de Prada, Comme des Garçons y Valentino. La última gran compra del grupo, la marca de moda Jean-Paul Gaultier, no contribuirá al objetivo del 10% en perfumería en el 2014, ya que Puig no explotará sus fragancias hasta el 2016 (la licencia la tiene ahora una firma de Shisheido).
En perfumes, Puig compite con gigantes como Louis Vuitton, L'Oréal, P&G, Estée Lauder, Coty y Chanel. Rusia, Latinoamérica y Oriente Próximo son los mercados emergentes con más potencial de crecimiento para el grupo catalán.
A la colocación de la primera piedra asistieron los directivos de Puig y de CatalunyaCaixa, propietaria del edificio, que invertirá 42 millones en su construcción. También fueron el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín. El president elogió la forma de «arriesgarse» de Puig: «El país progresará en la medida en que haya muchas empresas como Puig, capaces de de situarse en el mundo y de hacer productos de alto valor añadido».
Manel Rosell, presidente de CatalunyaCaixa, destacó la voluntad de la entidad financiera por«revitalizar el sector inmobiliario». La Torre Puig -23.000 metros cuadrados repartidos en 22 plantas de estilo vanguardista- reforzará el distrito financiero de la plaza de Europa de L'Hospitalet, donde también tienen su sede Spanair y Zurich.
Puig tendrá un contrato de alquiler de siete años con opción a compra. La compañía aún no ha decidido qué destino tendrán los dos edificios «emblemáticos» de Barcelona donde ahora están sus oficinas, uno en la Travessera de Gràcia y otro en la calle de Mallorca, que son de propiedad.
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