El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano, en una reciente reunión con periodistas, afirmó que en su plan de lanzar la aerolínea de vuelos baratos para el corto y medio radio, no contemplaba que la filial Express supusiera pérdidas a la matriz. "Nosotros constituimos sociedades para ganar dinero, pues de otra forma no lo haríamos".
Lo cierto es que, en la fase de definición del proyecto de la nueva aerolínea del grupo Iberia, aún no se ha hecho pública ninguna previsión de inversión. En conversaciones particulares, un directivo de la matriz estimó que, para el primer año de operación, 2012, (con cuatro aviones para el arranque a finales de marzo y 13 aparatos al final del ejercicio), la estimación de inversión rondaba los 30 millones. Pero esta cifra nunca ha sido confirmada.
En las cuentas de resultados de Iberia se puede seguir el rastro de las inversiones realizadas en el empeño que se ha convertido en objetivo estratégico: abaratar la operación de medio y corto radio ante la competencia del bajo coste y la sobre oferta en los vuelos domésticos.
Hasta el reciente anuncio del lanzamiento de la filial Express, el proyecto estrella en esta cruzada, ha sido la creación en 2006 de Clickair, seguido de su posterior fusión con Vueling en 2009.
En el hecho relevante a la CNMV de 2006 en el que sus fundadores, Iberia, Nefinsa, Agrolimen, Cobra e Iberostar, daban cuenta de la creación de Clickair, se consignaba una previsión de inversión de 120 millones.
Para arrancar con el proyecto, los socios aportaron 27 millones. La operación se inició a comienzo de octubre y la flota inicial estaba constituida con cinco aviones. En el primer año completo de operación, 2007, la aportación de los socios fue de 77 millones, mientras que la low cost contaba con una flota algo superior a los 16 aparatos.
En el año 2008 comienza a gestarse la fusión de Clickair con Vueling. La evidencia de que la competencia no hacía sino forzar una guerra de precios en rutas redundantes, con unos efectos nefastos para sus cuentas de resultados, obligó a Iberia a dar un paso adelante y tomar el control de la nueva Vueling, una vez que se decidió la fusión de ambas en julio de 2008.
Las cuentas de Iberia consignan la inversión correspondiente al último ejercicio en activo de Clickair con un importe de 80 millones de euros. La low cost llegó a tener en ese año una flota de 23 aviones que se apresuró a reducir a marchas forzadas hasta quedar con 18 aparatos en el momento de la fusión.
Iberia, para tomar el control de la nueva Vueling compra sus participaciones en Clickair a Agrolimen Cobra e Iberostar según lo pactado. Abona las inversiones realizadas "con intereses más un punto de euríbor". A Nefinsa le cede tres puntos de su participación en la nueva empresa, con la condición (que finalmente no se cumple) de permanecer en Vueling hasta mayo de 2011.
La suma de estos gastos e inversiones quedan reflejadas en 200 millones en las cuentas de Iberia.
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