El 'holding' resultante de la fusión Iberia-British, IAG, registró un beneficio consolidado de 365 millones de euros hasta septiembre, frente a pérdidas de 52 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior, según informó la compañía, que precisó que estas cifras excluyen los 21 días de Iberia previos a la fusión.
Incluyendo las tres semanas previas a la fusión de la aerolínea española, la sociedad registró un beneficio después de impuestos de 338 millones de euros (327 millones de euros antes de partidas extraordinarias), frente a ganancias de 10 millones.
IAG facturó 12.263 millones en los nueve primeros meses, un 11,6% más que en el ejercicio anterior, cuando el volumen de negocio alcanzó los 10.986 millones de euros.
El beneficio de operaciones de la sociedad se situó en 383 millones de enero a septiembre, un 74,9% más con respecto a los 219 millones anotados en el mismo periodo de 2010.
Sin contabilizar los 21 días previos a la fusión, la cifra de negocio de los nueve primeros meses del grupo alcanzó los 12.027 millones de euros, un 63,1% más, mientras que el beneficio operativo alcanzó 420 millones de euros, más del doble del registrado un año antes, cuando logró 203 millones.
EL CRUDO PROVOCA UN AUMENTO DEL GASTO DEL 10,3%.
Los gastos en la cuenta de resultados del 'holding' se incrementaron un 10,3% durante los nueve primeros meses, hasta alcanzar los 11.880 millones, destacando el coste del combustible que se incrementó un 31,1%, lo que supuso un desembolso para la sociedad de 3.827 millones, 908 millones adicionales.
Los costes de explotación en el periodo de nueve meses aumentaron un 9,7% hasta los 11.812 millones de euros, antes de partidas extraordinarias; siendo 13% a tipos de cambio constante, reflejando un incremento en capacidad de un 7,7% e incrementos significativos en el precio del queroseno.
En este sentido, el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, ha señalado que pese al aumento de los ingresos y de la demanda, "el elevado coste del combustible continúa afectando considerablemente al negocio", mientras que el resto de costes han permanecido "estables", aumentando en un promedio del 2,7%.
"El principal reto para 2012 será compensar el incremento de los costes del combustible, a medida que nuestras coberturas se vayan ejecutando, en un contexto de demanda potencialmente débil", explicó Walsh.
A 30 de septiembre, la deuda de la sociedad se ha reducido en 293 millones, hasta situarse en 602 millones, frente a la de 895 millones registrada en diciembre de 2010. La posición de la tesorería "sigue siendo sólida" al situarse el efectivo y otros activos líquidos en 4.152 millones euros.
PERSPECTIVAS PARA EL CIERRE DEL AÑO.
La compañía prevé que el próximo trimestre sea "superior" al del año pasado, "incluso considerando el impacto negativo del precio del combustible", dado que en el cuarto trimestre de 2010 se produjeron "interrupciones en el curso normal del negocio", y se registraron pérdidas contables no recurrentes.
"Hemos detectado cierta debilidad en la demanda durante el mes de octubre, excepto en las reservas en las clase 'Premium' que se mantienen en niveles similares a los de 2010. La demanda en el resto de clases, especialmente en España, sigue siendo débil", ha reconocido la compañía, que espera, no obstante, "doblar" el resultado operativo del ejercicio de 2010.
Así, en el mes de octubre, Iberia registró una caída de la demanda del 3,1% mientras que British la elevó en un 4,2%. El número de pasajeros en el mercado doméstico (Reino Unido y España) descendió un 20,4%, hasta 4,5 millones de viajeros, mientras que para toda Europa aumentó un 0,5%.
En el acumulado de los diez primeros meses, IAG transportó 43,9 millones de pasajeros, lo que representa una mejora del 2% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. No obstante, por separado, Iberia registró hasta octubre una mejora de la demanda del 0,7%, mientras que British logró elevarla en un 10,4%
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