El conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, ha defendido este viernes en comisión parlamentaria la gestión que ha hecho el Govern en torno a Spanair, una aerolínea en la que el Ejecutivo llegó a invertir más de 135 millones de euros.
Según ha explicado Mas-Colell en una comparecencia muy esperada tras el fracaso de la compañía, su viabilidad desapareció una vez quedó constatado que no había posibilidad de encontrar un socio industrial pese a los esfuerzos negociadores de la Generalitat, su accionista principal, con Qatar Airways: "El momento actual y la situación económica hicieron que este socio no existiera".
Mas-Colell, que ha comparecido a petición propia junto al conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluis Recoder, ha hecho un relato de las negociaciones llevadas a cabo durante el pasado año e intensificadas a partir del mes de abril -cuando Spanair comunicó que no podría cumplir con sus previsiones económicas anuales y que precisaba 56 millones adicionales a la financiación que ya había recibido de la Generalitat.
El conseller de Economia ha explicado que se empezó a hablar con Qatar Airways el pasado 3 de septiembre y que las negociaciones llevaban un buen camino hasta el 20 de diciembre, cuando el inversor catarí mostró sus reticencias ante la decisión que podía tomar la UE sobre las aportaciones de las instituciones catalanas en la aerolínea.
Mas-Colell ha confirmado que los esfuerzos siguieron al máximo nivel hasta el pasado 27 de enero, cuando se tomó la decisión de que no se seguiría postando por Spanair porque las finanzas de la Generalitat no lo permitían. "Es un final que nos pesa -ha manifestado- por la propia compañía, por los consumidores y por los casi 4.000 trabajadores dependientes de Spanair". "Si el pasado mes de enero hubiese sido irresponsable seguir apostando por Spanair, en enero de 2011 hubiese sido también un error no hacerlo", ha admitido el conseller Mas -Colell para argumentar la decisión que en su día tomó la Generalitat para dar apoyo a la compañía.
Mas colell ha manifestado que también se hicieron intentos con la compañía china HNA, pero que estos, en un segundo intento a partir del 28 de diciembre del 2011 cuando vio que no tenía ninguna opción para adquirir la compañía Air Berlín, tampoco fructificaron porque la aerolínea asiática pidió tiempo hasta finales de este mes de febrero, un extremo al que la Generalitat no podía conceder.
La prioridad es recolocar a los trabajadores
El conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluis Recoder, por su parte, ha confirmado que la actual prioridad de la Generalitat es dar salida laboral a los 4.000 trabajadores directos e indirectos que se han visto afectados por el concurso de acreedores y el consiguiente ERE que ha presentado la aerolínea.
En este sentido, Recoder ha informado de que el próximo 14 de febrero tendrá lugar la primera reunión de la comisión de trabajo constituida para tales efectos con representantes de la Generalitat y de los trabajadores y con la mediación del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC).
Una vez planteada esta cuestión, Recoder ha insistido ante los grupos parlamentarios de la oposición en que tenía sentido la apuesta de la Generalitat por la aerolínea en tanto que Cataluña necesita un aeropuerto con conexiones internacionales y Spanair podía contribuir a ese fin. "Un aeropuerto bien conectado con el resto del mundo nos permitiría captar inversiones y hacer más competitivas nuestras empresas", ha dicho.
El 'anacronismo' español
Para Recoder el actual modelo aeroportuario en España es "un anacronismo en el mundo occidental porque se basa en el centralismo que perjudica a los intereses económicos y sociales de Cataluña, está pensado para que Barajas sea la puerta de entrada de Europa en España y para que ningún otro aeropuerto le pueda presentar competencia".
"Barajas [ha añadido] ha tenido el apoyo político y en consecuencia el apoyo económico necesario para convertirse en un gran centro de conexiones internacionales", ha añadido y ha asegurado que el binomio Iberia-Aena-Estado ha funcionado desde la década de los 90 cuando a raíz del éxito de los Juegos Olímpicos de Barcelona Madrid-Barajas vio peligrar su hegemonía y, por ello, en los últimos 15 años se ha desarrollado un sistema radial que ha facilitado que una compañía, Iberia, haya recibido el apoyo político necesario para llegar al punto actual, en el que Barajas tienen un 34% de su oferta de vuelos con conexiones internaciones y, en cambio, en Barcelona-El Prat este porcentaje es solo del 4%".
Además, según el conseller Recoder, la conectividad terrestre de Barajas con el centro de Madrid es excelente, mientras que la de El Prat con Barcelona está pendiente aún de las licencias del Gobierno. "en su día, el gobierno sufragó el 85% del coste de la línea de metro que conecta Barajas con Madrid con fondos de cohesión de la UE, en aquel entonces unos 20.000 millones de las antiguas pesetas", ha evidenciado Recoder que además ha recordado que actualmente, la T1 de El Prat aún está a la espera de la licitación de las obras para poder abrir una línea hacia Barcelona.
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