Elegir asiento en un vuelo puede parecer únicamente una cuestión de comodidad. Sin embargo, la ubicación del asiento en un avión puede prevenir riesgos provocados por la falta de movimiento durante largos periodos, como la aparición de una trombosis venenosa profunda (TVP). Un estudio del Colegio de Médicos Coronarios de EEUU, que analiza los factores de riesgo en viajes de larga distancia, tira por tierra el conocido como síndrome de la clase turista. Según el informe, viajar en clase turista no incrementa el riesgo de desarrollar un trombo, sino que su causa principal es permanecer inmóvil durante un largo periodo de tiempo.
En 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció por primera vez las trombosis relacionadas con vuelos largos como un problema grave de salud. Aunque, este tipo de afecciones puede prevenirse, entre otros factores, con una buena ubicación del asiento en el avión.
Según el estudio del Colegio de Médicos Coronarios de EEUU, los pasajeros sentados junto a la ventanilla tienen el doble de posibilidad de sufrir una trombosis de vuelo que aquellos que sentados junto al pasillo, puesto que estos últimos disponen de menor movilidad. Mientras los viajeros situados en el pasillo tienen más facilidades para levantarse, los situados en las ventanillas no suelen hacerlo para evitar molestar a otros pasajeros. Gracias a internet y a las nuevas tecnologías, las compañías aéreas ya ofrecen la posibilidad de reservar el asiento en el momento de compra del billete.
Para evitar la formación de coágulo sanguíneo en el interior de alguna de las venas del sistema venenoso profundo, el estudio propone una serie de recomendaciones como hacer estiramientos musculares o el uso de medias de compresión graduada debajo de la rodilla. Asimismo, otros factores de riesgo descritos también por el informe son el uso píldoras anticonceptivas, el embarazo y la edad avanzada.
En las Jornadas Profesionales para Pilotos y Auxiliares de Vuelo se expuso que la incidencia global de la formación de trombosis, con independencia del riesgo de cada pasajero, es del 3 por 100, de acuerdo con los datos confirmados por un amplio estudio alemán, que comparaba un grupo de 900 pasajeros con otro similar de personas que no habían viajado. El Dr. Casals aseguró en el certamen que está demostrada la causa-efecto entre volar y el riesgo de trombosis.
En 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció por primera vez las trombosis relacionadas con vuelos largos como un problema grave de salud. Aunque, este tipo de afecciones puede prevenirse, entre otros factores, con una buena ubicación del asiento en el avión.
Según el estudio del Colegio de Médicos Coronarios de EEUU, los pasajeros sentados junto a la ventanilla tienen el doble de posibilidad de sufrir una trombosis de vuelo que aquellos que sentados junto al pasillo, puesto que estos últimos disponen de menor movilidad. Mientras los viajeros situados en el pasillo tienen más facilidades para levantarse, los situados en las ventanillas no suelen hacerlo para evitar molestar a otros pasajeros. Gracias a internet y a las nuevas tecnologías, las compañías aéreas ya ofrecen la posibilidad de reservar el asiento en el momento de compra del billete.
Para evitar la formación de coágulo sanguíneo en el interior de alguna de las venas del sistema venenoso profundo, el estudio propone una serie de recomendaciones como hacer estiramientos musculares o el uso de medias de compresión graduada debajo de la rodilla. Asimismo, otros factores de riesgo descritos también por el informe son el uso píldoras anticonceptivas, el embarazo y la edad avanzada.
En las Jornadas Profesionales para Pilotos y Auxiliares de Vuelo se expuso que la incidencia global de la formación de trombosis, con independencia del riesgo de cada pasajero, es del 3 por 100, de acuerdo con los datos confirmados por un amplio estudio alemán, que comparaba un grupo de 900 pasajeros con otro similar de personas que no habían viajado. El Dr. Casals aseguró en el certamen que está demostrada la causa-efecto entre volar y el riesgo de trombosis.
En caso de accidente
Existen estudios que certifican que hay asientos más seguros que otros, en caso de que un avión sufra un accidente. Un informe titulado Very Large Transport Aircraft (VLTA) Emergency Requirements Research Evacuation Study, asegura que un pasajero tiene más posibilidades de sobrevivir si está sentado en el pasillo a no más de cinco filas de una salida de emergencia. Otro estudio, realizado por Popular Mechanics, que repasa las estadísticas de accidentes de aviación en aerolíneas estadounidenses entre 1971 y 2007, corrobora la tesis ya que afirma que los pasajeros sentados junto al pasillo tienen una tasa de supervivencia en caso de accidente del 64%.
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