Cinco Dias
La patronal mundial que agrupa a las 238 mayores aerolíneas de red, IATA, ha advertido en su informe de 2010 sobre el estado de la industria de la "preocupante situación en las líneas aéreas europeas, con pérdida de márgenes y tráficos a favor de compañías de otras regiones del mundo". En su opinión, esta crítica posición tiene "carácter estructural".
IATA desvela que de los 18.000 millones de dólares (unos 12.500 millones de euros) de beneficio global de las aerolíneas el pasado año, el 55% fue generado por las aerolíneas asiáticas, y el 27% por las de América del Norte. La aviación europea tuvo que conformarse con el 10% de los números negros. En las previsiones de tráfico para 2011 el panorama no es halagüeño. Europa vuelve a ser la región que menos progresa (un 4,8% la oferta y un 3,9% la demanda), mientras que sus competidores del Golfo Pérsico crecen en ambos ratios por encima del 14%.
IATA articula dos recomendaciones con el objetivo de que las aerolíneas europeas mejoren su posición competitiva y aumenten el margen de beneficios. La receta para "reducir costes" apuesta por "incorporar tecnologías sostenibles que impulsen la industria". La estrategia para aumentar tráfico e ingresos reclama "atención a las necesidades de los clientes del futuro".
La llamada de IATA a la reducción de costes con el uso de tecnología se refiere a muchos frentes: desde aviones de última generación, hasta el uso de biocombustibles, máxime cuando el sector aéreo europeo entrará en el mercado de emisiones de CO2 en 2012. La patronal, sin embargo, valora los ahorros ya conseguidos y los que se pueden obtener en el inmediato futuro con la incorporación de aplicaciones informáticas y facilidades de telecos en los procesos de venta de billetes y en el embarque.
Desde 2004 hasta 2010 el sector ha ahorrado cada año 2.100 millones de euros con la implantación del billete electrónico, 1.050 millones con las tarjetas de embarque con código de barras y 700 millones en quioscos de autofacturación. En el próximo lustro prevé ahorrar 8.700 millones por ejercicio con la implantación del billete electrónico de carga y el programa automatizado de gestión de equipajes, entre otras iniciativas.
Las aerolíneas de red europeas son conscientes de que sus dificultades, en buena medida, están relacionadas con la creciente competencia de las compañías de bajos costes. En el año 2010 aumentaron sus pasajeros un 11% y los ingresos, por su parte, crecieron el 20%.
Para frenar la pérdida ante las low cost, la patronal anima a sus asociadas a utilizar las tecnologías de telecos para facilitar el viaje y la conexión permanente de sus viajeros tanto en tierra como durante el vuelo. Su receta es "combatir con más servicios la sequía de prestaciones que caracteriza a la oferta de las low cost".
Un estudio elaborado por Amadeus sobre Las ventajas para las aerolíneas de la telefonía celular da una idea de las ventajas que IATA espera que sus socios puedan obtener con el uso de la tecnología. "La tecnología móvil da oportunidad para personalizar las ofertas según el historial de los pasajeros y sus futuros planes de viaje. Mediante aplicaciones celulares especificas desarrolladas por las aerolíneas, las promociones personalizadas tienen el potencial suficiente para mejorar la percepción del servicio por parte del viajero y para aumentar los ingresos de la aerolínea" afirma Amadeus.
En la línea de ofertar servicios novedosos, la patronal apunta al aumento en la segmentación del servicio en el interior de los aviones. Esta iniciativa se dirige a pasajeros de clase económica que desean un mayor nivel de comodidad en sus vuelos sin que esto signifique pagar el precio de business.
Soluciones en vuelo para los ejecutivos austeros
Turkish Airlines hace hueco en sus aviones a una nueva Comfort Class cuyo concepto se está abriendo paso cada vez con más fuerza entre las aerolíneas de todo el mundo. Con asientos más amplios y mayor oferta de catering y entretenimiento en vuelos de larga duración que en turista y un precio muy inferior a la clase de negocios tradicional, este nuevo espacio da respuesta a un servicio muy demandado por ejecutivos y empresarios austeros o turistas que huyen de los viajes low cost.
A la apuesta se han sumado compañías como Air France con la clase Premium Voyageur o Germanwings con su espacio Comfort Zone. Pequeños detalles perfilan las diferencias; un neceser mejor equipado o lámparas dirigibles en el mismo asiento. Al embarque y desembarque, el pasajero y sus maletas tienen prioridad. En la Comfort de Turkish la distancia entre asientos es de 116 centímetros, mientras que en turista la separación es de 81. La butaca es reclinable y mide 49 centímetros de ancho. En la clase Premium Voyageur de Air France destaca la protección rígida del asiento que aumenta la privacidad.
Golfo Pérsico
Las aerolíneas europeas sufren la competencia de los colosos aéreos del golfo Pérsico que les quitan tráfico hacia Australia y el sudeste asiático. Han pedido a IATA que exija a sus socios reglas iguales porque creen que las compañías árabes reciben subvenciones en fuel y son de capital estatal
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