Economia Digital
La experiencia internacional de Iberia (integrada en IAG) desde Barcelona se está saldando con unos resultados más que óptimos, aunque desde la compañía aérea no lanzan las campanas al vuelo. Al contrario, la prudencia reina en la sede madrileña de la aerolínea, que analiza con detenimiento sus futuros pasos en el aeropuerto de El Prat. Iberia recuperó en marzo las rutas intercontinentales desde Barcelona con vuelos directos primero a Miami (Estados Unidos) y desde junio a Sao Paulo (Brasil).
Este último servicio ha cumplido su primer mes con unos resultados de ocupación del 92%, unos 12 puntos por encima de su competidor: la alianza entre Singapore Airlines y Spanair. A los 30 días, la experiencia de código compartido se saldaba con una media en torno al 80%, según informó el consejero delegado de la compañía asiática, Swee Wah Mak. Medio año después, la cifra se ha corregido a la baja hasta el 76% para los primeros seis meses de operativa conjunta.
Este práctico lleno total de Iberia responde, a juicio de sus portavoces, a una estrategia meditada para conectar España y Brasil que contempla la apertura de rutas desde varios aeropuertos para satisfacer el creciente tráfico entre ambos países. Enmarcada en esta estrategia, también se encuentra la ruta Madrid-Recife, la única que une España con aquella ciudad brasileña.
Acuerdo con Vueling
Sin embargo, Vueling sería el otro factor que contribuiría a la ventaja que Iberia ha tomado en este primer mes sobre su competencia. La aerolínea catalana presidida por Josep Piqué alimenta las conexiones intercontinentales de Iberia con sus vuelos de corto y medio radio.
Esta compenetración es mayor en Madrid. En el aeropuerto de Barajas, Iberia y su participada (posee el 46% del capital de Vueling) mantienen un convenio de colaboración hasta octubre de este año por el que la aerolínea catalana alimenta y redistribuye los pasajeros de los vuelos intercontinentales de Iberia.
Ésta es, por el momento, una solución transitoria hasta que Iberia alcance un acuerdo con sus pilotos y tripulantes que le permita crear una nueva compañía para ganar competitividad en las rutas de media y corta distancia, terreno en el que reconoce sus dificultades para competir. Sin embargo, Vueling podría asumir ese papel si la aerolínea de IAG no da un paso al frente y crea una nueva low cost.
Reforzar Barcelona
Barajas, de esta manera, podría seguir los pasos de El Prat, donde Iberia cedió todas las rutas domésticas, menos el puente aéreo a Madrid, a otra compañía, en su día a Clickair, fusionada con Vueling. Las próximas semanas serán claves para definir la futura actuación de Iberia en el aeródromo madrileño --su hub-- pendientes en estos momentos de las negociaciones.
Paralelamente, la estrategia de Iberia para Barcelona pasa por defender su posición en el puente aéreo y crecer a nivel intercontinental, extremo que IAG no comenta a preguntas de este medio digital, y que en todo caso responderían a estrategias globales. De confirmarse estos planes, Spanair ya no podría enarbolar en solitario la bandera del hub para El Prat.
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